A Sangre Fría

Salinas de Gortari: El fantasma que sigue acechando la política mexicana


A 30 años del “error de diciembre”, el expresidente sigue siendo el símbolo de la impunidad de los poderosos. Los mexicanos no olvidan -ni perdonan- el saqueo, las mentiras y las sombras que dejó tras de sí, incluido el asesinato de Colosio.


LA PREGUNTA QUE TODOS QUIEREN HACERLE: ¿USTED MANDÓ MATAR A COLOSIO?

“Luis Donaldo Colosio era mi amigo entrañable”, dice Carlos Salinas de Gortari cada vez que alguien se atreve a preguntarle por el asesinato del candidato presidencial en 1994. “Teníamos una relación de 15 años”, insiste, como si eso bastara para disipar las sospechas.

Pero México no olvida.

No olvida que Colosio, en su último mitin en el Monumento a la Revolución, había dicho: “Veo un México con hambre y con sed de justicia”, rompiendo públicamente con el salinismo. No olvida que, tras su muerte, Salinas impuso a Zedillo como candidato sustituto. No olvida que Mario Aburto, el “asesino solitario”, fue encarcelado mientras las investigaciones se llenaban de irregularidades.

La pregunta sigue en el aire, sin respuesta: ¿Quién ordenó matar a Colosio?


EL SAQUEO DEL ERARIO: ¿DE DÓNDE SALIÓ SU FORTUNA?

“Yo vivo del ingreso y el patrimonio que declaré ante la Contraloría”, dice Salinas cuando le preguntan por su riqueza. “Y además, con un poco de suerte, hasta de la venta de mi libro”, añade con una sonrisa.

Pero los números no mienten:

  • En 1988, cuando asumió la presidencia, su declaración patrimonial mostraba un hombre de clase media.
  • En 1994, al dejar el cargo, su familia ya controlaba cuentas en Suiza, propiedades de lujo y negocios opacos.
  • El Fobaproa, ese rescate bancario que convirtió deuda privada en deuda pública, le aseguró a sus amigos (y quizá a él) fortunas incalculables.

¿Cómo un presidente que entró con un sueldo modesto sale como millonario? La respuesta está en la privatización de Telmex, en los contratos amañados, en el dinero que desapareció tras el “error de diciembre”.


1994: EL AÑO EN QUE MÉXICO PERDIÓ TODO

  • 1 de enero: Entra en vigor el TLCAN, celebrado como gran logro de Salinas.
  • 23 de marzo: Asesinan a Colosio en Lomas Taurinas.
  • Diciembre: Devaluación del peso. El dólar pasa de 3.40 a 7 pesos en días. El país entra en crisis.

Salinas huye a Irlanda. Mientras millones de mexicanos perdían sus ahorros, él se refugiaba en el extranjero. Su excusa: “Mi seguridad estaba en riesgo”.


LA IMPUNIDAD COMO LEGADO

Hoy, Salinas vive en una mansión en el sur de la Ciudad de México, escribe libros donde se pinta como víctima y da entrevistas donde niega, evade y manipula.

  • Niega haber robado, aunque su patrimonio creció misteriosamente.
  • Evade cualquier pregunta sobre Colosio.
  • Manipula la historia, diciendo que el neoliberalismo “modernizó” México… cuando en realidad lo dejó en manos de unos cuantos.

¿Por qué sigue libre? Porque en este país, los poderosos nunca pagan.


EPÍLOGO: POR QUÉ SALINAS ES EL ORIGEN DE NUESTRA DESCONFIANZA

Cada vez que un político promete “cambio”, recordamos a Salinas.
Cada vez que un funcionario se enriquece misteriosamente, pensamos en Salinas.
Cada vez que hay un crimen sin resolver, dudamos… como con Colosio.

Él es la razón por la que México desconfía de sus gobernantes.

Y hasta que no haya justicia, su fantasma seguirá aquí.


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