Se Tenía que Decir

Mientras los “Servidores de la Nación” reparten volantes de Morena a 40 grados en el Sol: “Chocoflan” se divierte en grande

Vacaciones de lujo, romance sin interés (según sus amigos) y estilo Gucci en altamar

¡Paren todo! El hijo menor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, cariñosamente apodado en redes como “el chocoflan”, ha dejado de ser uno de los solteros más codiciados de la política rosa… y todo indica que ha sido flechado directo al corazón.

Las imágenes no mienten: el joven fue captado paseando en un yate de lujo junto a una misteriosa jovencita que, según fuentes muy cercanas (y bien chismosas), estaría más que encantada con el heredero menor de la dinastía López Obrador.

Después de haberse “sacrificado” estudiando en una prestigiosa universidad privada en Inglaterra —sí, en nombre del pueblo bueno, por supuesto—, el joven se tomó un merecido descanso para relajarse entre las olas, el sol y, cómo no, los reflectores que nunca lo abandonan.

Luciendo como todo un caballero moderno, el joven Obrador combinó su sensibilidad política con una cartera Gucci, unos tenis de diseñador y una sonrisa de esas que derriten presupuestos. Porque si algo le sobra, dicen sus conocidos, es estilo… y un toque de privilegio progresista.

Pero lo más enternecedor del caso es lo que cuentan los amigos de la pareja: que este amor no está motivado por la fama, el apellido o el dinero (que apenas si se nota). No, no. Dicen que fue amor a primera vista, gracias al porte, la educación refinada y el enorme talento del muchacho.

Las redes, como era de esperarse, no tardaron en encenderse. Algunos aplauden el amor juvenil y auténtico; otros no pueden evitar recordar los discursos de austeridad y el llamado a “no aspirar”… mientras el junior surca los mares en yate con su musa.

Por ahora, ni el joven ni la familia López Obrador han emitido declaración alguna sobre el romance o el paseo marítimo, pero los memes ya navegan a toda velocidad por aguas digitales.

Mientras miles de “Servidores de la Nación” recorren calles de terracería, sudando la gota gorda a 40 grados y repartiendo volantes de Morena con una sonrisa ensayada, el hijo menor del expresidente Andrés Manuel López Obrador —mejor conocido en el internet mexicano como “el chocoflan”— disfruta de la vida como si estuviera en un episodio de Acapulco Shore versión 4T.

Lo único claro es que el amor, cuando es verdadero, no entiende de ideologías… pero sí de marcas.

Interesante

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