Se Tenía que Decir
El Depredador de Juárez despoja al Suroriente: Cruz vende las áreas verdes al mejor postor

El Suroriente concentra casi un tercio de la población de Ciudad Juárez, pero carece de espacios públicos dignos. En un polígono de 16 colonias, se identificaron al menos 26 terrenos públicos privatizados, sin acceso para la ciudadanía.
Espacios “verdes” pero privatizados
El Plano de la Carta Urbana del IMIP señala cerca de 50 áreas destinadas a parques entre los bulevares Independencia y Manuel Talamás Camandari, y las avenidas Santiago Troncoso y Lote Bravo, pero en lugar de áreas recreativas hay yonkes, bloqueras, negocios y estacionamientos que operan con permisos municipales.
Negocios antes que necesidades
En la colonia Fray García:
- En un terreno con uso de suelo para parque se instalaron un yonke y una bloquera.
- En otra zona, 5 áreas verdes fueron ocupadas por una gasolinera, farmacia y tienda de conveniencia.
Esto representa un despojo de espacios públicos, mientras los habitantes —especialmente adultos mayores— demandan recreación y convivencia.
Falta de regulación y catálogo público
No existe un catálogo municipal de predios públicos, lo que permite la privatización sin control. Especialistas advierten que miles de habitantes pierden acceso a parques esenciales para su bienestar y calidad de vida.
“Muchas de las áreas verdes solo existen en papel”,
— Dra. Marina Contreras-Saldaña, urbanista.
La doctora enfatiza que su desarrollo es clave para mejorar el entorno y la salud comunitaria.
El negocio de los terrenos públicos
Claudia Arreola, del Plan Estratégico de Juárez, advierte que el Municipio puede vender terrenos donados por constructoras si no se desarrollan en cinco años.
“Negar espacios de esparcimiento es una violación a los derechos humanos”,
— Claudia Arreola.
Propone señalarlos públicamente para evitar la especulación y facilitar la defensa ciudadana.
Consecuencias sociales
El despojo de espacios públicos en el Suroriente de Juárez no solo implica la pérdida de áreas verdes: es un ataque directo al tejido social de una de las zonas más vulnerables de la ciudad.
Al no contar con parques ni áreas de uso común, el Suroriente se condena a:
- Ser la zona más pobre y más insegura de la ciudad.
- Reemplazar la vida comunitaria, el deporte y la recreación por negocios privados que pagan “derecho de piso” a cambio de favores políticos.
- Perder espacios de encuentro social, afectando directamente la cohesión barrial y el sentido de pertenencia.
- Convertirse en un laboratorio de marginación, donde las políticas de Cruz Pérez Cuéllar —el Depredador de Juárez— lucran con la miseria para financiar su futura campaña a la gubernatura.
Lo que vemos es un despojo sistemático: las áreas verdes se convierten en dinero rápido, mientras la ciudadanía pierde espacios vitales.
Juárez necesita más parques, no cementerios de autos y bloques de concreto.