Se Tenía que Decir
El comunismo digital avanza: Gobierno Federal va por el control total de la información

El verdadero muro informativo
El Gobierno federal impulsa cambios drásticos en la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión con la excusa de bloquear “propaganda extranjera”. En realidad, busca consolidar un control absoluto sobre los medios y plataformas digitales. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum frenó el proyecto para depurarlo, está claro: el plan es centralizar la información al interior de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).
Fragmentación irrelevante
La iniciativa, conocida informalmente como la “Ley de Telecomunicaciones”, propone eliminar al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) —garante de la libertad informativa— y crear en su lugar un órgano técnico dependiente de la ATDT, desconectado de contrapesos reales.
Peligros reales
- Un polémico Artículo 109 permitiría al Ejecutivo bloquear redes sociales, plataformas o sitios web sin orden judicial ni criterios claros .
- La propuesta apoya la suspensión discrecional bajo el argumento de seguridad nacional o protección al espectro, pero deja la puerta abierta a censura disfrazada de regulación.
Debate obligado
Tras una fuerte reacción de la sociedad y organismos internacionales, Sheinbaum ordenó retirar la parte más ambigua del borrador y convocó foros públicos con expertos, legisladores y empresarios. La reforma se pausó… pero nunca se descartó.
/* Aquí iría un llamado a la laberíntica modificación legislativa, con diálogo público. */
Control vs. pluralidad
La visión del Gobierno puede sonar buena al hablar de “propaganda extranjera” o “seguridad”, pero:
- Centraliza medios en manos del Ejecutivo
- Debilita organismos autónomos como el IFT
- Suspende plataformas sin transparencia ni revisión
Esto contradice los principios democráticos y deja a la ciudadanía sin mecanismos reales de defensa frente a abusos.
El siguiente nivel
La ATDT, creada en 2024 para agrupar comunicaciones, ciberseguridad, datos ciudadanos e infraestructura, corre riesgo de convertirse en la única autoridad sobre lo que ves y lees en internet.
Sin contrapesos, sin pluralidad, y con el poder para censurar bajo criterios difusos.
Conclusión
No se trata de regulación…
Se trata de control absoluto de la información.
Una señal fuerte de que el Gobierno quiere construirse una versión digital del “Gran Hermano”, amparado en una supuesta defensa de la soberanía, pero sin límites reales.
¿Y tú qué opinas? ¿La censura justificada por seguridad es un costo que debemos pagar?