Detrás del Discurso

Corral entregó el agua de La Boquilla antes que ir por las presas de Duarte 

Ahora que la justicia se aplica, la duartista Brenda Ríos queda impune por ser de casa

En un giro que resalta la hipocresía política, el gobierno de Javier Corral, a pesar de su discurso contra la corrupción del duartismo, prefirió entregar el agua de La Boquilla que enfrentarse directamente a las presas ilegales construidas por César Duarte, exgobernador priista. Mientras los chihuahuenses sufrían de sequía, Corral evitó tomar acciones contundentes contra Duarte, lo que pone en evidencia la falta de voluntad política para enfrentar a los poderosos en el estado.

La condena a Duarte:

Durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, se anunció la destrucción de una presa ilegal construida por Duarte, quien desvió agua en su rancho en Balleza, en medio de una crisis hídrica en la región. Este acto fue condenado por el diputado Cuauhtémoc Estrada, quien subrayó la necesidad de investigar cómo Duarte consiguió un amparo judicial para operar pozos ilegales.

La postura de Morena frente a Brenda Ríos:

Mientras tanto, en Morena, el trato a la corrupción parece ser selectivo. Aunque el partido condenó a Duarte, Brenda Ríos, actual diputada y exdelegada de la Semarnat, ha sido respaldada a pesar de las acusaciones de haber autorizado pozos ilegales para la familia Lebarón durante el duartismo. A pesar de la seriedad de los señalamientos, el coordinador de Morena, Cuauhtémoc Estrada, decidió no investigar profundamente el caso de Ríos, otorgándole un voto de confianza sin esperar una revisión exhaustiva.

Impunidad selectiva dentro de Morena:

Este doble estándar dentro de Morena cuestiona la integridad de su lucha contra la corrupción. Mientras que Duarte, un exgobernador de la oposición, es rápidamente condenado, Brenda Ríos, que forma parte del mismo partido, recibe un trato más indulgente, a pesar de las serias acusaciones en su contra. Este patrón de impunidad selectiva sigue mostrando las verdaderas motivaciones detrás de las decisiones políticas de Morena.

Lo que está claro es que:

Morena ha demostrado ser todo lo contrario a lo que predica. Su lucha contra la corrupción es una farsa, y su política de “amigos y enemigos” es la única que realmente guía sus decisiones. Si realmente quieren ser el partido de la justicia, deberían empezar por aplicar la ley de manera equitativa, sin importar a quién les convenga proteger.

En cuanto a Javier Corral, su falta de acción frente a las presas ilegales de Duarte no es solo incompetencia, es complicidad. Su discurso de luchar contra la corrupción fue solo eso: palabras vacías. Al final, no hizo más que proteger los intereses de los mismos que dicen combatir, dejando a los chihuahuenses en la estacada.

La justicia en Chihuahua no necesita más excusas ni promesas, necesita que los responsables paguen por sus actos.

Interesante

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